José María Herranz: el amor homosexual y lésbico es muy interesante como alegoría de la libertad del individuo frente a la represión de las normas e instituciones, y debe verse como la lucha de la autenticidad del corazón contra los convencionalismos sociales que arrastran a las personas a la infelicidad continua de verse abocados a hacer lo que no desean.
Conversamos con José María Herranz, poeta, escritor y editor. En este último aspecto, destaca por sacar a la luz nuevas voces de la poesía y la literatura españolas a través de su sello editorial, Poeta de Cabra. Entre otros muchos libros ha editado TODAS LAS VIDAS, mi último poemario publicado.
Como escritor y poeta se caracteriza por llevar a cabo una obra de tintes sociales y críticos donde pretende dar voz
a l@s marginad@s. En mi opinión, se le podría considerar un hermano de Luis Cernuda por ese halo de romanticismo crítico y transgresor que emana toda su obra.
Su último trabajo, ha
consistido en un disco realizado en colaboración con el compositor catalán
Adreu Jacob donde su voz recitando sus poemas se ha mezclado con la música.
Hablamos sobre esta colaboración y nos centramos en las
relaciones entre poesía y música y en la posible – o imposible – convivencia de
ambas. Después conversamos sobre los temas y motivaciones de su literatura, lo
que nos conduce a una reflexión tremendamente crítica y amarga sobre la
sociedad en la que vivimos.
Si quieres escuchar la entrevista completa en EL RINCÓN DE LAS LETRAS y escuchar los poemas en la voz de su autor, puedes pinchar en este ENLACE.
Si te gustaría adquirir el disco AMARGO DESPERTAR puedes ponerte en contacto con el autor a través de su BLOG o de la web de la editorial POETA DE CABRA o de su email: josemariaherranzcontreras@gmail.com
Para empezar me gustaría que me hablases de cómo crees que se entiende actualmente, en el ámbito de la poesía y en el de la música, el hecho de juntar los dos artes. Tengo entendido que hay cierta controversia ya que existen ciertos sectores de ambos mundos que no ven con buenos ojos esta mezcla. También me gustaría que nos dijeras cuál es tu opinión al respecto.
Si quieres escuchar la entrevista completa en EL RINCÓN DE LAS LETRAS y escuchar los poemas en la voz de su autor, puedes pinchar en este ENLACE.
Si te gustaría adquirir el disco AMARGO DESPERTAR puedes ponerte en contacto con el autor a través de su BLOG o de la web de la editorial POETA DE CABRA o de su email: josemariaherranzcontreras@gmail.com
José María Herranz y Jorge Díaz Leza en la presentación de TODAS LAS VIDAS |
Portada del disco "Amargo Despertar" |
Las maneras tradicionales de juntar poesía y música han sido y son las de poner música y cantar un poema o recitarlo con música de fondo. Sin embargo vosotros, en “Amargo Despertar” habéis hecho algo bastante diferente que, creo, no se puede encuadrar en ninguno de los dos moldes anteriores. ¿Podrías explicar en qué ha consistido vuestro trabajo y la excepcionalidad del mismo?
Como he comentado anteriormente, aunque yo creo en la unión de ambos lenguajes (el
musical y el poético), bien es cierto que es muy difícil conseguir la imbricación total entre ambos. Nuestro trabajo ha partido de la palabra, mis poemas, y ha ido hacia la música, creando Andreu Jacob partituras específicas y composiciones para cada uno de los textos. Esto ha sido posible así gracias a la inspiración del compositor en los textos poéticos y a su implicación emocional profunda, y a que es un gran lector y amante de la poesía también. El proceso creativo fue fluido y natural. Primero, una serie de conversaciones sobre cada poema trazaba las líneas maestras de la composición, y tengo que decir que existió en todo momento del proceso creativo un maridaje perfecto entre ambos; de hecho, cada vez que me reproducía por primera vez la composición de cada poema, me gustaba de inmediato y creo que captó perfectamente el espíritu del mismo. De hecho, sólo fue necesario hacer correcciones de calado en las composiciones musicales en un par de ocasiones, sobre un total de casi 30 poemas, lo que es poquísimo. Otro tema distinto fue el conseguir el nivel de volumen adecuado de la voz sobre la composición, cosa enormemente complicada y sobre la que trabajamos mucho, ya que el equilibrio a conseguir era que la voz no tapara la composición, ni la música tapara los versos, porque al ser dos lenguajes diferentes el musical y el hablado –como bien señalan los puristas- su funcionamiento en el pensamiento del oyente es distinto también, y producen emociones de diferente carácter que es difícil conjugar. Quizá la música produce emociones más profundas y abstractas que la palabra, que al fin y al cabo es más concreta, aunque lo suficientemente abstracta en su forma poética. Conseguir ese equilibrio fue lo complicado, y por supuesto habría sido imposible de no haber logrado ese maridaje tan profundo que comenté en el espíritu de las composiciones musicales perfectamente sintonizadas con los poemas. Esto último es algo que no se puede explicar con palabras, fue posible conseguirlo gracias al carácter lírico y profundo del gran compositor que es Andreu Jacob. También hay que mencionar el importantísimo papel de los silencios y las pausas en las composiciones, así como la envoltura musical necesaria a veces para poemas concretos. Por todo ello creo que “Amargo despertar” es un trabajo excepcional de ambos.
En los poemas de este disco y tal vez en el resto de tu obra, observo un predominio claro del tema amoroso y del tema social, así como del estilo surrealista. ¿Por qué el amor? ¿Por qué lo social? ¿Por qué el surrealismo como medio de expresión?
Amor, sensibilidad social y surrealismo. Creo que definiste bien los dos ejes sobre los que gira el trabajo, y el surrealismo como forma poética para expresarlo. El amor y el desamor son los temas de la mayoría de los poemas de “Amargo despertar”, en la mayoría de ellos se habla del amor frustrado e imposible de realizar, en una tradición claramente lorquiana y homoerótica. Debe tenerse en cuenta la época en la que estos poemas fueron escritos, durante el tardofranquismo, y que hoy en día, aunque las cosas han cambiado, ha sido más bien de forma superficial, la discriminación y la persecución de los que aman “diferente” siguen existiendo en la mayoría de los países del mundo. De todos modos, el amor homosexual y lésbico es muy interesante para todo el público como alegoría de la libertad del individuo frente a la represión de las normas e instituciones, y debe verse como la lucha de la autenticidad del corazón contra los convencionalismos sociales que arrastran a las personas a la infelicidad continua de verse abocados a hacer lo que no desean. Respecto al surrealismo, es un tipo de estilo que pienso es muy adecuado para este tipo de poemas, a su vez un claro homenaje a los poetas homosexuales de la generación del 27, como fueron Federico García Lorca, Luis Cernuda y Vicente Aleixandre.
Durante muchos años, antes del inicio de la crisis, hemos asistido a una cierta “mofa” hacia la poesía social por parte de mucha gente del mundo de la cultura hasta el punto de cuestionar su validez como expresión poética. Sin embargo, ahora mismo, con la que está cayendo, asistimos a un cierto resurgir de este tipo de poesía. ¿Cómo ves tú el futuro de la poesía social?
La poesía siempre ha sido un fenómeno social – ahora se denomina poesía “cívica” -, a la par que íntimo. Durante los años de bonanza económica y anestesiamiento colectivo en aras de lo material, la poesía social estuvo desprestigiada, los poetas se volcaron fundamentalmente en los temas intimistas, metafísicos o meramente formales. El dolor, más que socialmente localizado, parecía situarse en los individuos, en su corazón. Era algo frecuente entre los poetas de la posmodernidad. Excepción a ello, por supuesto, seguía siendo la poesía que hablaba de las cuestiones de los marginados, de lo queer, de las mujeres. Actualmente todo ha cambiado radicalmente, con la destrucción absoluta de nuestro país a manos de los delincuentes financieros y políticos que han arruinado nuestras vidas, e hipotecado asimismo a las generaciones futuras. Por ello, la poesía cívica vuelve a estar de moda, aunque en realidad nunca se marchó, ya que la obligación de los poetas es hablar siempre de la Verdad. Y la verdad, por muy incómoda, que resulte, es hermana de la libertad, ambos distintivos de la auténtica poesía. Las torres de marfil nunca han existido para los poetas auténticos, la poesía siempre ha tocado el corazón de todas las personas, y es algo de carácter universal. Y por supuesto, la poesía –no solo la social- siempre ha tenido y tendrá un futuro prometedor, cada vez más, afortunadamente, y por ello será atacada, sin ninguna duda.
En el disco hay muchos poemas de tu primer libro “Hijos de la miseria” reescrito recientemente. En ellos se describe a una sociedad de muertos vivientes atenazados por una moral represora judeocristiana que les impide realizarse como seres humanos. ¿Hasta qué punto crees que ha cambiado la sociedad en nuestro país respecto a la de aquellos años? ¿Se sigue pareciendo, en tu opinión, a la del tardofranquismo? ¿En qué?
“Amargo despertar” agrupa poemas de 4 libros: “Hijos de la miseria”, “Las razones del lobo”, “Sofismas” y “Los mitos incendiados”, todos escritos entre 1977 y 1980, y reescritos en 2012-2013. Son libros que han envejecido muy bien, de hecho los considero plenamente vigentes, y salvo “Las razones del lobo y Sofismas” que fue publicado por primera vez en 2009 en una corta edición de “Poeta de Cabra”, y que en breve reeditaré con prólogo de Luis Antonio de Villena, la reescritura del resto se redujo a algunos aspectos formales únicamente, de rima y medida, así como algunos sinónimos y expresiones demasiado reducidas en su particularismo. Por lo demás, dichos libros tiene plena validez actual y universal. El título del disco, “Amargo despertar”, es el de uno de los poemas centrales de “Hijos de la miseria”, que a su vez se configura como un homenaje y una réplica a Dámaso Alonso. Homenaje porque es un trabajo en el que se da voz a los muertos en la guerra civil, a los represaliados durante la posguerra, a las víctimas de las cunetas, a todos los que ni existieron ni existen, ya que se ha intentando y se intenta borrar por todos los medios su memoria desde los estamentos del poder, en este proceso de destrucción de la memoria colectiva de nuestro país que los políticos conservadores siguen perpetrando. Y réplica porque Dámaso Alonso, a su vez, también era homófobo, y los homosexuales –como las mujeres, los negros, los judíos, etc.- no tienen tampoco existencia ni identidad, y esta es negada, rechazada y perseguida, siempre por la mayoría social biempensante. Esas fueron las otras víctimas del franquismo y de la transición, de las que nadie ha hablado –salvo el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero- y que siguen sin ser rehabilitadas, de hecho. Ni siquiera el primer gobierno socialista, el de Felipe González, hizo nada por ellos (de hecho, al agotar su última legislatura se negó a promulgar mínimas leyes de protección de las parejas gays alegando que “la sociedad no estaba preparada para reconocerlos”, tal y como menciono en el poema “El dolor de los poetas”), en un proceso más de ataque y destrucción de la identidad de las personas. La religión siempre ha sido un artefacto del poder, como bien dices, sobre todo en nuestra historia en la que el poder de la iglesia católica es manifiestamente asfixiante en las leyes del estado, sobre todo hoy en día, en el que estamos viviendo un retorno a la forma dictatorial y franquista de gobernar, cada vez que copan el poder los conservadores por mayoría absoluta. La situación actual es similar a la del tardofranquismo, aunque es una tendencia general en todo el mundo alentada desde las élites financieras y conservadoras que dominan todo el planeta, ya que están fomentando un proceso dramático de analfabetización y destrucción del pensamiento crítico de toda la población en base a la privatización de la enseñanza y su administración por las teocracias religiosas (cristiana e islámica) y las grandes corporaciones financieras, el desprestigio del pensamiento racional, el ataque y destrucción por diversos medios sutiles o violentos de la cultura y el arte –auténticos alimentos espirituales de la humanidad-, y el profundo desprecio de todos los grandes valores que fueron universalizados gracias a la revolución francesa, y al uso del terrorismo yihadista como instrumento de miedo y sometimiento a regímenes autoritarios en nuestras frágiles y maltrechas democracias occidentales. Esta no es una época de esplendor para la razón ni para sus luces, ciertamente.
Personalmente, la pieza que más me ha gustado del disco es la de “prostituta” tanto por el poema en sí, que me parece magnífico, como por el tratamiento musical que le ha dado Andreu Jacob. Entiendo que, de alguna manera, se percibe a la prostituta como un ser que desafía los moldes morales establecidos y que es, en cierto sentido, una oportunidad de libertad. De algún modo, creo, trasmites una imagen amable o, al menos, trasgresora y liberadora de la prostitución. Sin embargo, en el seno de la izquierda y especialmente en el movimiento feminista, existe un encarnizado debate respecto a este tema entre abolicionistas y regulacionistas. ¿Qué opinas? ¿Dónde te sitúas tú y también dónde crees que se sitúa tu poesía en este debate?
La prostituta es una figura literaria fascinante por muchos motivos. El poema que mencionas también es uno de mis preferidos. Los símbolos a los que remite la prostitución son numerosos. La prostituta es una encarnación de la libertad, por un lado, puesto que simboliza la insumisión de la mujer al matrimonio, su rebeldía frente a la moral sexual que la supedita al hombre. La mujer que libremente ejerce la prostitución es dueña de su cuerpo y su placer, y obtiene un rendimiento económico justo y equitativo por su servicio, que la sociedad le niega por cualquier otra actividad económica, y que los hombres están dispuestos a pagar, sobre todo las que ejercen como amas o dominatrix, pues simbolizan una venganza sexual de sus opresiones por los hombres. Al fin y al cabo, como muchas feministas señalan, el matrimonio es un acto de prostitución encubierto, vil y legalmente más desventajoso para la mujer. Por otro lado, la prostitución es uno de los pilares fundamentales que sustentan la institución matrimonial, en mi opinión. Y esto es sobradamente conocido por el poder, que sabe que, al ser imposible la realización de la plena libertad sexual de los súbditos, necesita administrar y reglar las relaciones entre los mismos, con la restricción y la respetabilidad social del matrimonio. Y es sobradamente conocido y aceptado que el matrimonio es importante para la estabilidad económica y social del estado, así como para la crianza y educación de los hijos (independientemente de que se regulen y apoyen todos los tipos de familia, monoparentales, homoparentales, etc.) Si hay matrimonio, debe haber prostitución, para que el nivel de violencia masculina contra las mujeres no se dispare. Determinado número de hombres siempre ha necesitado recurrir a la prostitución por diversos motivos, y además las prostitutas cumplen también una importante labor social como psicólogas y educadoras sexuales, quien lo niegue peca de hipocresía. La ilegalidad de la actividad de las prostitutas las lanza a la marginalidad, a la explotación por las mafias, a la violencia machista y a todas las lacras asociadas. En mi opinión, la actividad de las prostitutas y los prostitutos debería ser completamente legal, como el trabajo digno y respetable que es, ejercido desde la libertad, y con todas las garantías jurídicas, económicas y administrativas correspondientes. Soy regulacionista, sin lugar a duda, y por supuesto nadie debería ser obligado a ejercer dicha actividad sin desearlo. Lo que debería ser perseguido con dureza es la explotación de la prostitución en manos de las mafias. Pero esta cuestión es materia de encarnizados y furibundos ataques por parte de diversos sectores, que se niegan a analizar todos los aspectos de esta realidad y debería darse voz y voto a las auténticas protagonistas (las mismas prostitutas y sus colectivos) y menos a los que actualmente boicotean este debate o persiguen y criminalizan la actividad del comercio sexual política y legalmente, bien directamente o bien castigando a los clientes. Todo esto que estoy diciendo, por supuesto, no excluye la persecución implacable y desmantelamiento de las redes y mafias que operan sobre la prostitución, pero es que existe una gran hipocresía social y gubernamental sobre estos temas porque existen muchos intereses económicos –similarmente al tráfico de drogas- que implican a los cuerpos de seguridad del estado, y a grupos de ultraderecha, según es sobradamente denunciado por muchos investigadores. Es un tema complejo, que al implicar a las mujeres, el propio sistema patriarcal intenta manipular y apropiarse en su beneficio y contra ellas. La violencia contra las mujeres es algo generalizado, cultural, en todas las partes del planeta, y la forma de tratar la prostitución por parte de los gobiernos es otro de sus aspectos. El auténtico reto de un estado democrático y digno es perseguir y castigar duramente a los que maltratan y asesinan a las mujeres por el hecho de serlo. Esos crímenes son auténtico terrorismo, y como tal deberían ser considerados. Y respecto a la poesía, pienso que es bueno que dé su voz a los y las marginados por la sociedad, que en realidad somos casi todos, porque el sistema nos quiere esclavos y sumisos, en general.
José María Herranz |
En los poemas de este disco y tal vez en el resto de tu obra, observo un predominio claro del tema amoroso y del tema social, así como del estilo surrealista. ¿Por qué el amor? ¿Por qué lo social? ¿Por qué el surrealismo como medio de expresión?
José María Herranz y Aureliano Cañadas |
Amor, sensibilidad social y surrealismo. Creo que definiste bien los dos ejes sobre los que gira el trabajo, y el surrealismo como forma poética para expresarlo. El amor y el desamor son los temas de la mayoría de los poemas de “Amargo despertar”, en la mayoría de ellos se habla del amor frustrado e imposible de realizar, en una tradición claramente lorquiana y homoerótica. Debe tenerse en cuenta la época en la que estos poemas fueron escritos, durante el tardofranquismo, y que hoy en día, aunque las cosas han cambiado, ha sido más bien de forma superficial, la discriminación y la persecución de los que aman “diferente” siguen existiendo en la mayoría de los países del mundo. De todos modos, el amor homosexual y lésbico es muy interesante para todo el público como alegoría de la libertad del individuo frente a la represión de las normas e instituciones, y debe verse como la lucha de la autenticidad del corazón contra los convencionalismos sociales que arrastran a las personas a la infelicidad continua de verse abocados a hacer lo que no desean. Respecto al surrealismo, es un tipo de estilo que pienso es muy adecuado para este tipo de poemas, a su vez un claro homenaje a los poetas homosexuales de la generación del 27, como fueron Federico García Lorca, Luis Cernuda y Vicente Aleixandre.
Durante muchos años, antes del inicio de la crisis, hemos asistido a una cierta “mofa” hacia la poesía social por parte de mucha gente del mundo de la cultura hasta el punto de cuestionar su validez como expresión poética. Sin embargo, ahora mismo, con la que está cayendo, asistimos a un cierto resurgir de este tipo de poesía. ¿Cómo ves tú el futuro de la poesía social?
La poesía siempre ha sido un fenómeno social – ahora se denomina poesía “cívica” -, a la par que íntimo. Durante los años de bonanza económica y anestesiamiento colectivo en aras de lo material, la poesía social estuvo desprestigiada, los poetas se volcaron fundamentalmente en los temas intimistas, metafísicos o meramente formales. El dolor, más que socialmente localizado, parecía situarse en los individuos, en su corazón. Era algo frecuente entre los poetas de la posmodernidad. Excepción a ello, por supuesto, seguía siendo la poesía que hablaba de las cuestiones de los marginados, de lo queer, de las mujeres. Actualmente todo ha cambiado radicalmente, con la destrucción absoluta de nuestro país a manos de los delincuentes financieros y políticos que han arruinado nuestras vidas, e hipotecado asimismo a las generaciones futuras. Por ello, la poesía cívica vuelve a estar de moda, aunque en realidad nunca se marchó, ya que la obligación de los poetas es hablar siempre de la Verdad. Y la verdad, por muy incómoda, que resulte, es hermana de la libertad, ambos distintivos de la auténtica poesía. Las torres de marfil nunca han existido para los poetas auténticos, la poesía siempre ha tocado el corazón de todas las personas, y es algo de carácter universal. Y por supuesto, la poesía –no solo la social- siempre ha tenido y tendrá un futuro prometedor, cada vez más, afortunadamente, y por ello será atacada, sin ninguna duda.
Un sistema en contra de todos y al servicio de una minoría |
En el disco hay muchos poemas de tu primer libro “Hijos de la miseria” reescrito recientemente. En ellos se describe a una sociedad de muertos vivientes atenazados por una moral represora judeocristiana que les impide realizarse como seres humanos. ¿Hasta qué punto crees que ha cambiado la sociedad en nuestro país respecto a la de aquellos años? ¿Se sigue pareciendo, en tu opinión, a la del tardofranquismo? ¿En qué?
Una sociedad de muertos vivientes: en el tardofranquismo y también ahora. |
Personalmente, la pieza que más me ha gustado del disco es la de “prostituta” tanto por el poema en sí, que me parece magnífico, como por el tratamiento musical que le ha dado Andreu Jacob. Entiendo que, de alguna manera, se percibe a la prostituta como un ser que desafía los moldes morales establecidos y que es, en cierto sentido, una oportunidad de libertad. De algún modo, creo, trasmites una imagen amable o, al menos, trasgresora y liberadora de la prostitución. Sin embargo, en el seno de la izquierda y especialmente en el movimiento feminista, existe un encarnizado debate respecto a este tema entre abolicionistas y regulacionistas. ¿Qué opinas? ¿Dónde te sitúas tú y también dónde crees que se sitúa tu poesía en este debate?
La prostituta: una figura literaria fascinante |
PROSTITUTA
(José María Herranz)
(José María Herranz)
Pensar en negro, mas no en blanco, es conflictivo:
pensaremos en ti como una negra
insultando noticias a toda regresión,
declamando derechos para ser condenada,
burlando, apática, viejos nuevos criterios.
Así, tocando sienes, con la seguridad
que otorga el instrumento, siéntete la viva,
la única viva del magma personal.
contando en subjuntivo los golpes, las pastillas,
los electroshócks convergentes sin asomo de misterio.
Protuberante, fortalecido, pasivo:
no nos engañemos, que no basta ser nosotros
cuando la otredad grite y simulemos ignorarlo;
no interesa a tu máscara.
Buscaras, entonces, paliar la dinamita,
quemar labios decadentes de tormenta,
hundirlos magistralmente hasta hacernos temblar
de placer y esclerótico terror,
oh más que mujer, ser indefinido por los moldes.
Quiero que me mires y asustarme,
pagar tu libertad unos segundos, beber oro,
mascar tu sexo, teñirme de rubor,
ser despreciado a gritos, humillarte a pedazos,
deshacerte, diluirnos entre dos.
Y después cargar el corazón de anillos,
escapularios, fotografías, beber última piel
de tu cutis de astro, apesadumbrado, recoger
mis trozos de macho herido y perderme;
ombligos policías te suicidarán suicidados.